Datos personales

PARTICIPAN: ***MARTA ASENSIO. ***CONSUELO BARTOLOMÉ. ***LOLA BOSCH. ***MAGDALENA ESTELRICH. JOSÉ LUIS FORTUÑO. ***IVETTE GRIERA. ***ENCARNA LEIVA. ***CRISTINA MARTINEZ. ***YUDITH MARTIÑEZ. ***ELIZABETH SHAUPP. ***DOLORES MIGUEL. ***ANA MORENO PUEYO. ***CHARI PORTERO RONDA.

“HIP-HOP: UNA EXPRESION URBANA. APLIACIONES Y EFECTOS TERAPEUTICOS EN EL ARTETERAPIA.

APLICACIONES Y EFECTOS TERAPEUTICOS EN EL ARTE TERAPIA”
IVETTE GRIERA Y YUDITH MARTINEZ


El arte ha estado presente en muchas épocas, culturas y movimientos sociales como medio de expresión y comunicación. El movimiento del hip hop nació como un vehículo de expresión y protesta para enfrentar una sociedad en transición mediante la pintura (graffiti), el baile (“breakdance”), la poesía (rap) y la música (“scratching”). Su potencial creativo y terapéutico ha llegado a convertir el hip hop en una cultura urbana y un modelo de vida de muchos jóvenes que utilizan su potencial artístico para transmitir opiniones, emociones, malestares interiores y expresión de conflictos internos. En nuestro trabajo, pretendemos dar a conocer la cultura hip hop como una posible herramienta terapéutica para colectivos donde el arte urbano puede ayudar a trabajar emociones, sentimientos, conflictos internos, coordinación motora, funciones cognitivas, espontaneidad, autoestima, relaciones interpersonales, entre otras; tanto a nivel social, como personal. El trabajo contiene algunos ejemplos de cómo se puede utilizar el hip hop en distintos colectivos, por ejemplo, en servicios de salud mental, en éste caso del Servicio de Rehabilitación Comunitaria en Salud Mental y de la “Llar Residencia” de Manlleu, que ambos son recursos de salud mental de la comarca de Osona (Cataluña).






Introducción

Históricamente el arte ha estado presente en muchas épocas, culturas y movimentos sociales como medio de expresión y comunicación.

Un ejemplo de estas culturas sociales es el movimento del hip hop que nació como un vehículo de expresión y protesta para afrontar una sociedad en transición mediante el arte, concretamente la pintura (graffiti), el baile (“breakdance”), la poesía (rap) y la música (”scratching”).

Las raíces del movimiento hip hop se remontan a las bases de la cultura afroamericana de los Estados Unidos y su historia. De hecho, el “rap” nació de la población africana esclava de los EEUU del sur, que al picar la piedra en las minas, el golpe del pico les dava las bases para alternar cantos improvisados con los que podían aliberar el malestar y sentirse más libres (1).

No obstante, el hip hop definido como cultura, teniendo en cuenta sus cuatro formas artísticas proviene de los cinco municipios de la Ciudad de Nueva York de los 70s (2). Desde entonces, el hip hop se podría definir como una cultura que incluye cuatro formas artísticas diferentes: el “scratching o djing” que se trata de combinar sonidos utilizando platos giratorios u otros medios; el break dance entendido como una forma de baile que se inició a la mitad de los 60s y ha pasado por diferentes modificaciones (good foot, Electric Boogie, b-boying,..); el graffiti que surgió de los jovenes de Nueva York para conseguir prestigio en el gueto (3); y el MC-ing o más conocido como el rap, que surgió de una tradición africana que se basaba en decir frases para animar al público y ha ido evolucionando hasta llegar a convertirse en poesía urbana (1).

Las raíces del hip hop tienen un fuerte contenido político, relacionado tanto a las reivindicaciones raciales como a la denuncia de la situación de desprotección, marginación y opresión de una parte muy castigada de la sociedad. (3). Evolucionó gracias a los movimentos sociales de esta época y debido a la interculturalidad de esta zona y la expansión de la violencia pandillista, el hip hop se extendió a otras ciudades que vivían la misma situación.

Actualmente el hip hop ha logrado trascendencia racial, internacional, religiosa y hasta de clases sociales, y se utiliza para expresarse y desafiar a la sociedad. Además, su potencial creativo y terapéutico ha llegado a convertirlo en una cultura urbana y un modelo de vida de muchos jóvenes que utilizan su potencial artístico para transmitir opiniones, emociones y malestares interiores.

Se entiende que el movimento del hip hop por si mismo puede tener efectos terapéuticos ya que potencia la expresión libre de conflictos internos y sociales de una forma sana y creativa mediante la pintura (graffiti), poesía (rap), música (scratching) y danza (break dance). No obstant, nuestro trabajo va más allà, no se centra sólo en la expresión del interiro sinó que a partir de ésta se incia todo un trabajo de comprensión y transformación. Enmarcamos pues, el hip hop dentro del ámbito de la psicología, el arte terapia y la terapia ocupacional.

Objetivos

El objetivo del presente trabajo es dar a conocer como la cultura hip hop se puede utilizar como una posible herramienta terapéutica para trabajar a nivel emocional, cognitivo, relacional, motriz y social.

Metodología

Utilizamos el hip hop como una herramienta terapéutica basándonos en la metodología del arte terapia, es decir, integrando todas las formas artísticas, que en el caso del hip hop se refieren a la pintura, la danza, música y la poesía. Concretamente nos centramos en una metodología intermedial donde el trabajo de una obra se continúa y se transforma en otra forma artística. De esta manera se amplían las posibilidades de expresión y creatividad, no sólo trabajando con el poder del arte como vía de expresión y comunicación sino también con su potencial transformador.

Este trabajo parte de una visión humanista de la persona, donde ésta tiene un potencial. En la terapia, el hip hop no sólo puede ayudar a expresar los conflictos internos sino también para desarrollar la creatividad y las potencias del ser humano. Aunque el resultado final no es el objetivo de la terapia, si que a la vez produce efectos terapéuticos ya que al obtener una obra artística derivada de la expresión libre y creatividad de la propia persona, esta potencia la autoestima y crecimiento personal.

Cuando utilizamos el hip hop como herramienta terapéutica, el objectivo no es enseñar o aprender a realizar graffitis, ritmos, raps ni bailes de break dance. En este caso lo que interesa es la utilización del hip hop para potenciar la expresión libre, improvización, la espontaneidad, la creatividad y otras capacidades de la persona, sin necesidad de obtener un resultado únicamente estético. No se trata de hacer un buen rap, ni de atenerse a determinadas reglas o ritmos a la hora de hacer las cosas, ni tampoco es necesario que guste a los demás. Aquello que importa es el simple hecho de crear, dejando que la libre expresión de sentimentos y emociones sean un reflejo de aquello que esta sucediendo en nuestro interior. El hip hop puede abrir una vía de comunicación, proporcionando a la persona una posibildad para poder expresar aquello que no puede transmitir de otra manera.

Se trata de proporcionar una terapia donde el hip hop sea una vía de expresión ofreciendo un espacio de seguridad, libertad, con respeto en el tiempo y la capacidad de cada persona. A partir de esta expresión improvisada el terapeuta guía a la persona en este proceso y da herramientas para interrogar y transformar su malestar. (4).

El terapeuta no es directivo, ya que partiendo de una consigna ofrece libertad de expresión para cada persona y él simplemente acompaña y contiene las vivencias únicas, y ayuda a transformarlas de una manera sana. Terapeutas y participantes trabajan juntos en la comprensión del porqué de aquella obra de arte. El terapeuta se involucra en la misma actividad, ya sea rapeando, pintando o bailando, al mismo tiempo que facilita un acercamiento de la persona al terapeuta y favoreciendo un espacio de confianza y seguridad para expresar libremente (4). Las personas son los protagonistas y el terapeuta camina con ellos, siendo así el participante una parte activa del proceso.

Resultados

A continuación se muestran varios ejemplos de la utilización del hip hop como herramienta terapéutica en dos colectivos distintos: salud mental y participantes de talleres creativos en Instituto de Psicología y Sociología aplicada de Barcelona (ISPA), en el Ier Congreso Nacional de Terapias Creativas de Barcelona y en la Cuarta Conferencia Internacional PSICOHABANA-2007 en Cuba.



En el primer caso, se aplicó el hip hop en servicios de salud mental de Osona: Servicio de Rehabilitación Comunitaria y Llar Residencia de Manlleu de Salud Mental. En ambos servicios el perfil de personas atendidas con los que se trabajó padecían alguna enfermedad mental grave, mayoritariamente esquizofrenia, y tenían edades comprendidas entre 18 y 60 años. En ambos casos se trata de centros donde se realizan diferentes terapias con el objetivo de rehabilitar y reinsertar a la persona con trastornos mentales severos (TMS). En una de esta terapias, concretamente en los grupos de arte terapia, se introdujo el hip hop como una herrarmienta arte terapéutica más.
Mediante el hip hop, se pretendia ayudar al desarrollo de la persona, utilizando la actividad artística y sus recursos implícitos (improvisación, espontaneidad y expresión libre) con finalidades terapéuticas.

En estas sesiones se trabajó de una forma grupal distintos objetivos individuales, entre ellos, la conciencia de enfermedad. No se realizó de una manera directiva, sino a través de las vivencias personales de cada miembro del grupo. De esta manera, las terapeutas no iniciaban las sesiones explicando que se iba a trabajar la enfermedad, sino que ofrecía en cada sesión una consigna a partir de la cual las personas podían resonar y asociar con alguna experiencia personal propia, transformando la consigna en una de las cuatro formas artísticas del hip hop.

Un ejemplo fue el inicio de una sesión a partir de la creación de ritmos con el propio cuerpo de cada miembro del grupo. Una vez logrado un ritmo, se añadieron sonidos y rimas espontaneas, hasta llegar a la expresión libre de emociones y sentimientos internos que se reflejaron en forma de graffiti. A partir de las reflexiones de cada miembro del grupo derivadas de los trabajos artísticos, la mayoría de las personas pasaron de no querer hablar de su enfermedad o no ser conscientes de ella, a explicar con sus palabras y a su manera lo que realmente estaban viviendo. El hecho de poder ofrecer una vía alternativa, permitió al grupo expresar su manera de entender y vivir su enfermedad, en una manera que, aunque para la sociedad sea caótica, para ellos tiene un orden y un sentido. Aunque la sesión estaba orientada a trabajar la conciencia de enfermedad, la espontaneidad, improvisación y la repetición de rimas del hip hop permitió mejorar el deterioro cognitivo, la orientación a la realidad, la comunicación verbal y no verbal, la expresión corporal y facial, la sintomatología negativa, las habilidades sociales, las relaciones interpersonales, la autoestima y la creatividad.

A continuación se muestran algunos de los trabajos realizados en los servicios de Salud mental:












Servicio de Rehabilitación en Salud Mental, febrero 2005

En el caso de los talleres creativos realizados en el Instituto de Sociología y Psicología Aplicada de Barcelona (ISPA), en el Ier Congreso Nacional de Terapias Creativas de Barcelona y en la Cuarta Conferencia Internacional PSICOHABANA-2007 en Cuba, el objetivo fue dar a conocer el hip hop y su utilidad dentro de la terapia. En la experiencia participaron personas de diferentes edades, sexos, etnias, y profesiones en un mismo grupo en cada taller. El hip hop pudo unir diferentes personas con un mismo objetivo: la libertad de expresión y el potencial creativo del ser humano.

En todas las experiencias anteriores se trabajaron diferentes emociones relacionadas con algunas situaciones sociales tales como la política, el racismo, el capitalismo, el consumismo y otros acontecimientos actuales de nuestro país a través de las cuatro formas artísticas del hip hop.

A partir de las vivencias, los participantes pudieron expresar y liberar sus emociones (rabia, tristeza, impotencia,...) de una manera sana y creativa en un graffiti, rap, scratching o breakdance colectivo. Posteriormente cada participante intentó poner palabras a todo aquello que habían sentido al poder liberar y expresarse con el hip hop.

A continuación se muestran algunos de resultados realizados en estos talleres:



















Art Café “HIP-HOP: UNA EXPRESION URBANA. APLICACIONES Y EFECTOS TERAPEUTICOS”,
Instituto de Sociología y Psicología Aplicada de Barcelona (ISPA), Octubre 2005.








FOTO 3









Ier Congreso Nacional de Terapias Creativas de Barcelona, noviembre 2006



















Cuarta Conferencia Internacional PSICOHABANA, Cuba, Septiembre2007


Conclusiones
El arte ayuda a expresar y comunicar sentimientos, emociones, o episodios dolorosos que a veces no se encuentra la manera para hacerlo, porque ni las personas mismas saben qué les está ocurriendo. El hip hop integra unas formas artísticas, que utilizándolas de forma terapéutica según grupo, necesidades y personas, permite obtener unos resultados favorables para la persona. La capacidad de potenciar la improvisación, la espontaneidad y la expresión libre propia del hip hop hacen convertible este movimiento en una herramienta terapéutica.
En el caso de la enfermedad mental, la capacidad para expresar y liberar el malestar resulta difícil ya que la mayoría de estas personas tienen un déficit el contacto con la realidad, desorganización del pensamiento, lenguaje y comportamientos extraños e inadecuados con nula conciencia de enfermedad (5).

La aplicación del graffiti y del rap con estas personas ha contribuïdo en la expresión de emociones, sentimentos, conflictos internos, delirios y alucinaciones, potenciando por lo tanto, la conciencia de enfermedad, afectada en la mayoría de ellos.
En estos casos el hip hop abre una vía de comunicación, proporcionando a la persona una posibilidad para poder expresar lo que no puede transmitirse de otra forma, y a la vez transformar el sufrimiento en un rap, o la enfermedad en un acto creativo. Como dijo un persona con problemas de salud mental en una de las sesiones del grupo “si explicas tus delirios y alucinaciones la gente dice que estás loco, pero si haces un graffiti o lo rapeas, la gente te dice que eres un artista”. Por lo tanto, el hip hop abre a estas personas un mundo ilimitado de posibilidades para poner orden y dar forma a estas vivencias inexplicables e incomprensibles para la sociedad.
A parte de los resultados obtenidos en los grupos terapéuticos de salud mental, hemos podido observar que a través de los talleres creativos, el hip hop fue el vinculo de unión de distintos grupos sociales como herramienta de crítica social y no única y exclusivamente de conflictos internos personales.

Actualmente continuamos trabajando con este proyecto esperando poder ampliar nuestros ámbitos de actuación especialmente con el trabajo con adolescentes donde creemos que la utilitzación del hip hop puede favorecer un mejor contacto con la salud y la terapia ya que ofrece una vía más fácil y atractiva para este colectivo para poder trabajar tanto aspectos sociales como personales.

Autoras:

- Ivette Griera . Terapeuta Ocupacional del Servicio de Rehabilitación Comunitaria y Club Social en Salud Mental de la “Fundació Centre Mèdic Psicopedagògic d’Osona”. Colaboradora docente de la Universidad de Vic.

- Judith Martínez. Psicóloga y arte terapeuta del Servicio de Vivienda en Salud d’Osona, arte terapeuta del Centro de Dia de Atención a las Drogodependencias y de talleres de creatividad de la “Fundació Centre Mèdic Psicopedagògic d’Osona”.

Bibliografía

- Méndez J. Graffiti: Historia. . 2005. Disponible en: URL:http://www.valladolidwebmusical.org/graffiti/historia.htm.
- Cavazos R. La cultura hip hop y el reto común. 2005. Disponible en: URL:http://www.lahaine.org/musica/cultura_comun.htm.
- Hip Hop: Raíces políticas y futuros socials. 2005. Disponible en: URL:http://w3art.es/medateca/archivo/000312.php
- Cabrer V. 2002. Escenoterapia. Dramatización terapéutica en grupo. Ed. Paidós: Barcelona.
- Sanders AR, Gejman PV. (2001). Influential Ideals and Experimental Progress in Schizophrenia Genetics Research. Journal of American Medical Association, June 13 2001, Vol 285. Nº 22.